El prolapso de órganos pélvicos es una afección frecuenta en las mujeres; en la que uno o varios órganos del área pélvica, como la vejiga, el útero o el recto se mueven de su posición normal y se desplazan hacia delante de la vagina.
En SUTURO Salud consideramos que es imprescindible conocer en profundidad en qué consiste esta condición y con qué se relaciona, así como los tratamientos disponibles para que puedas tener un primer acercamiento.
Un prolapso de órganos pélvicos es el descenso a través de la vagina de los órganos ubicados en la cavidad pélvica. Esto se trata de un problema muy frecuente, que afecta a casi la mitad de las mujeres mayores de 45 años y se produce como consecuencia de un debilitamiento de los músculos del suelo pélvico.
A modo de curiosidad, el 43% de las mujeres padecerán alguna patología del suelo pélvico a lo largo de su vida, y aunque no supone una patología con riesgo vital, sí puede afectar de modo muy importante a la calidad de vida de las mujeres que lo padecen. Dichas repercusiones se presentan en el ámbito personal (infecciones, molestias, dolor, sexual), en el laboral, en lo social, y en lo económico.
Existen diferentes tipos de prolapso de órganos pélvicos según el órgano que asoma por la vagina. En función de esto, recibe diferentes nombre: cistocele, rectocele, colpocele, enterocele. Estos son los detalles que debes conocer.
Se conoce con cistocele cuando la vejiga desciende y protruye hacia la vagina debido a la debilidad del suelo pélvico. Este tipo es más frecuente en mujeres que han tenido partos vaginales, sobre todo, múltiples o complicados.
En el tipo rectocele es el recto el que se desplaza hacia la vagina. En este puede influir el estreñimiento crónico, el esfuerzo al defecar, la menopausia o cirugías previas.
El colpocele es un tipo de prolapso que ocurre cuando la parte superior de la vagina, conocida como cúpula vaginal, desciende hacia el exterior. Este se relaciona muy estrechamente con la extirpación del útero (histerectomía).
Por último, el enterocele ocurre cuando una parte del intestino delgado desciende y presiona la parte superior de la vagina, provocando una sensación de peso, bulto vaginal o presión en la pelvis.
Por otra parte, en SUTURO también indicamos a nuestros pacientes que dentro del prolapso de órganos pélvicos existen diferentes grados. Estos tienen que ver con la gravedad del prolapso y el nivel de descenso del órgano afectado respecto a la abertura vaginal.
El órgano desciende ligeramente dentro del canal vaginal, pero no llega hasta la entrada de la vagina. En muchos casos, este grado es asintomático o causa molestias mínimas.
El órgano prolapsado alcanza la abertura vaginal, pero no llega a sobresalir, pudiendo provocar una sensación de pesadez pélvica y de presión.
El órgano sobresale parcialmente por fuera de la vagina, sobre todo, al realizar esfuerzos como toser, levantar peso o estar mucho tiempo de pie. Es visible o palpable y suele causar molestias importantes.
El órgano queda completamente fuera de la vagina, tanto en reposo como con el esfuerzo. Este es el grado más severo y suele ser necesario una cirugía reconstructiva.
Los síntomas más frecuentes que pueden despertar una alerta de que existe un prolapso de órganos pélvicos son los siguientes:
Además de los síntomas, en SUTURO Salud siempre nos gusta valorar los posibles factores de riesgo que existen al respecto. Estos nos van a ayudar a prevenir, diagnosticar de forma precoz y personalizar el tratamiento de cada uno de nuestros pacientes. Dichos factores son estos que te mostramos a continuación:
Aunque los factores mencionados anteriormente son los más frecuentes, también existen otros como cirugías ginecológicas previas, obesidad, estreñimiento frecuente, tumores de órganos pélvicos, tos crónica y determinadas profesiones o deportes. Por lo que también deben tenerse en cuenta.
El equipo de Clínica SUTURO realiza un diagnóstico personalizado del prolapso para nuestros pacientes. Este podría resumirse a través de la historia clínica y la exploración física.
En cuanto a la historia clínica habría que valorar lo siguiente:
Por su parte, la exploración física es la prueba más importante para establecer el diagnóstico. Esto es así porque permite confirmar la existencia del prolapso, que compartimentos están afectados y determinar el grado. Asimismo, es imprescindible comprobar si existe incontinencia urinaria de esfuerzo manifiesta u oculta para la planificación de la cirugía. Esto nos va a permitir evaluar el tono y fortaleza de las paredes vaginales, y, en caso necesario, puede establecerse un tratamiento con estrógenos para fortalecer las paredes vaginales.
Como hemos adelantado con anterioridad, el tratamiento del prolapso de órganos pélvicos debe ser siempre personalizado, teniendo en cuenta factores como la edad, el tipo y grado de prolapso, los síntomas asociados, el tono vaginal o si existe incontinencia urinaria.
Para que puedas tener una idea más certera, y de forma resumida, en los casos leves (grado I y II), el abordaje conservador con fisioterapia de suelo pélvico y cambios en los hábitos de vida puede ser suficiente. Mientra que para prolapsos moderados o severos (grado II a IV), la cirugía es el tratamiento más eficaz y duradero.
Actualmente, la colposacropexia robótica o laparoscópica con colocación de malla por vía abdominal es la técnica más utilizada, ya que permite recolocar los órganos afectados (vejiga, recto, útero o cúpula vaginal) en su posición anatómica, con excelentes tasas de éxito, mínimas complicaciones y una recuperación rápida.
En definitiva, el prolapso de órganos pélvicos es un problema frecuente en mujeres que han tenido partos vaginales, y aunque no representa un riesgo grave para la salud, sí puede afectar significativamente la calidad de vida. La buena noticia es que su diagnóstico es sencillo y hoy en día existen tratamientos eficaces.
En SUTURO Salud somos especialistas en la corrección de los prolapsos femeninos. Nuestra experiencia con más de 300 casos operados en los últimos 10 años, nos posiciona como una clínica referencia en este campo a nivel nacional. Si necesitas una valoración personalizada, contáctanos. No renuncies a vivir con normalidad.